Compartir

No te pierdas ningún destino

Crea tus rutas, encuentra y guarda los mejores destinos con nuestra App.

Descargar app
{{title}}
{{buttonText}}
Aquí encontrarás todo tipo de ropa vintage.

Un paseo por la calle Feria de Sevilla

La calle sevillana que funde tradición y vanguardia

20/10/2024 –

Actualizado: 03/06/2024

Inmersa en las murallas árabes que un día rodearon la ciudad, esta popular calle del casco histórico sevillano concentra sus raíces más auténticas al tiempo que deja hueco en sus aceras para proyectos que son pura vanguardia. Mercados y librerías, floristerías, vinotecas o la más alta gastronomía, sorprenden al recorrer su casi kilómetro de extensión y vías aledañas. Una experiencia que permite empaparse de esa autenticidad que tan bien define la capital andaluza.
Acierta con las sugerencias de Guía Repsol y gana hasta 100€
Descargar App

Los jueves, en la calle Feria, la actividad arranca desde bien temprano en la mañana provocando que el bullicio se apodere de cada rincón. La calle adquiere un color -y un sonido, y un aroma- especial. Y aunque sorprenda conocer el dato, así lleva siendo, al menos, desde el siglo XIII: se cree que fue en 1254 cuando Fernando III de Castilla concedió a la ciudad el derecho de celebrar un mercadillo al aire libre. Un evento semanal que, con el tiempo, pasó a conocerse popularmente como el Mercadillo del Jueves.

El mercadillo de los jueves es de lo más popular en el barrio.
El mercadillo de los jueves es de lo más popular en el barrio.

Por este motivo, desde las 7 de la mañana el tráfico queda cortado en el tramo que se despliega entre las calles Correduría y Castellar. Los tenderetes no tardan en conquistarlo todo y el ambiente de vendedores y potenciales compradores inunda el espacio de vida. Solo hace falta dar un pequeño paseo entre puestos para darse cuenta de que aquí se compra y vende de todo: ya sean antigüedades u objetos de segunda mano, trajes de flamenca vintage, libros, estampas o -por qué no- verdaderos tesoros arqueológicos, siempre habrá algo de interés. Y, ojo, porque no es ninguna broma: en la década de los 50 un catedrático de historia descubrió una pieza de bronce de origen tartésico entre los múltiples cachivaches expuestos. ¿Una curiosidad más? Tanta fama ha cultivado el evento desde sus orígenes, que hasta el célebre Miguel de Cervantes lo llegó a mencionar en su aclamada Rinconete y Cortadillo.

La antigua Fábrica de Maderas.
La antigua Fábrica de Maderas.

Sin embargo, husmear y conversar con quienes llevan toda una vida dotando de ambiente el mercado es una buena manera de tomarle el pulso al vecindario, pero no la única: la calle Feria sigue bullendo también, sea el día que sea, en otros rincones. Por ejemplo, en su mercado de abastos, donde el escenario es bien distinto.

El mercado de Abastos, una parada imprescindible para llenar la nevera.
El mercado de Abastos, una parada imprescindible para llenar la nevera.

Puestos de carne y de frutas, de chacinas, quesos o flores reciben a sus clientes de siempre entre saludos y sonrisas. Todo ello al amparo de un edificio que lleva reviviendo las mismas escenas desde 1719. Poco a poco, a quienes se conocen de toda la vida, se suma algún que otro turista ávido de escenas cotidianas de las de verdad. Los carritos de la compra son arrastrados de un lado y a otro mientras que la banda sonora la conforman, por ejemplo, la radio que suena tras algún mostrador o los golpes secos del martillo del carnicero sobre la encimera. Algo más allá, en un segundo edificio conectado por un pasillo exterior, el espacio está reservado al pescado.

Abacería 'Negrete 1934'.
Abacería 'Negrete 1934'.

Sin embargo, el Mercado de la Feria, como se conoce oficialmente, ha ido adaptándose a los tiempos y, como cualquier mercado que se precie, hoy también convive con bares y restaurantes que han ido dotando de una oferta gastronómica a su lado más tradicional. Ahí están las hamburguesas gourmet de 'Atticus Finch', las arepas del 'Condendê' o las tapas de atún rojo de 'La Almadraba'. A los pies de la Plaza Calderón de la Barca, que se extiende al final del edificio, las puertas del Palacio de los Marqueses de La Algaba llevan de la mano a un escenario muy distinto: un precioso palacio renacentista levantado en el siglo XV cuyas dependencias -y espectacular claustro- alberga hoy oficinas del ayuntamiento de Sevilla.

El Palacio de los Marqueses de la Algaba.
El Palacio de los Marqueses de la Algaba.

Una de iglesias

Suenan las campanas con fuerza para demostrarnos que tampoco escatima la calle Feria en otro tipo de patrimonio: el que queda establecido en forma de templos religiosos que otorgan al barrio de un mayor interés histórico. Uno de las más emblemáticos lo encontramos pared con pared al mercado: el Omnium Sanctorum, que fue levantado en 1249, constituye una de las iglesias más antiguas de la ciudad.

Iglesia de San Juan de la Palma.
Iglesia de San Juan de la Palma.

Un poco más allá, otro símbolo indiscutible de la tradición religiosa hispalense es la capilla de Montesión, alzada a finales del siglo XVI, que reúne a fieles frente a sus puertas con asiduidad. A menudo, esos mismos visitantes se dejan vencer por la tentación de deleitarse con un rico vermú casero en el vecino 'Vizcaíno', abierto desde mi 1936: pocos negocios con tanta solera se mantienen en pie en Sevilla.

La barra de 'El Vizcaíno', un must del barrio.
La barra de 'El Vizcaíno', un must del barrio.

¿Y qué supone eso? Que en cuanto el mítico bar sube su verja cada día, su vetusta barra se colma de espíritus disfrutones deseando pasar un buen rato degustando, por qué no, una tapa de caracoles. También su exterior: rara es la ocasión en la que al 'El Vizcaíno' no le precede una marabunta de gente que, entre risas y charlas junto a su fachada, apura una cerveza bien fresquita. La cuenta, eso sí, a tiza en la barra.

La tapa de caracoles de 'El Vizcaíno'.
La tapa de caracoles de 'El Vizcaíno'.

Pero hablábamos de iglesias y la cosa aún no ha acabado: si se continúa la calle Feria en dirección al centro, y justo antes de que se transforme en la peatonal Regina, aparece la de San Juan de la Palma -como se conoce popularmente a la iglesia de San Juan Bautista-, construida originariamente sobre los restos de una mezquita, pero reconstruida en su totalidad en el siglo XVIII por encontrarse muy deteriorada.

El altar de San Juan de la Palma.
El altar de San Juan de la Palma.

Algo más apartada, pero igualmente fascinante, San Luis de los Franceses, en la calle San Luis. Un ejemplo espectacular de arquitectura barroca sevillana que fue construido entre 1699 y 1731 por Leonardo de Figueroa. Hoy ya desacralizada, existen rutas guiadas por su interior que incluyen la iglesia, la cripta y la capilla doméstica, ideales para conocer los detalles de su historia, de su diseño, y de su deslumbrante cúpula, una de sus joyas. Un cuarteto de monumentos que aportan ese puntito de solemnidad -y también, por qué no, de solera- al barrio que nos ocupa. Pero Feria, no cabe duda, es mucho más.

La cúpula vista desde dentro de la Iglesia de San Luis de los Franceses.
La cúpula vista desde dentro de la Iglesia de San Luis de los Franceses.

Gastronomía por bandera

Porque no hay rincón de Sevilla en el que no se esté apostando bien fuerte por tema culinario, y la calle Feria -y sus alrededores- no iba a ser menos: la constante apertura de negocios enfocados a este ámbito es una clara muestra de que, en Híspalis, eso del buen yantar se lo toman muy en serio.

 Aquí sirven café de especialidad de Mr. Chava.
Aquí sirven café de especialidad de Mr. Chava.

Y todo comienza por un buen desayuno, claro: no hay lugar más acogedor y apacible para arrancar el día que la cafetería que desde hace un año ameniza con buen ambiente, excelente producto, ricas tostadas y cafés de especialidad, una de las calles cercanas a Feria. Hablamos de 'Mehl', situado en el 20 de la calle Joaquín Costa. El proyecto de dos hermanos, Manuel y Candela Salvador, con el que han querido traer al barrio una oferta cuidada en la que el todo lo que suene a cercanía es lo que manda.

Toda la bollería en 'Mehl' es artesana.
Toda la bollería en 'Mehl' es artesana.

Lo primero será decidir si decantarse por una de las mesitas desplegadas en su terraza o por la intimidad del interior. Tras la barra, una enorme pizarra avisa de la infinidad de opciones con las que entregarse al deleite. ¿Que apetece una hogaza de trigo con jamón ibérico, tomate y aceite? Maravilloso. ¿Que preferimos algo más innovador como el bagel de pesto caprese, queso de oveja y pastrami? Apuesta asegurada. ¿Qué nos va más lo dulce y optamos por unas tortitas o algo de bollería artesana? Genial.

La calle Feria se encuentra en el casco antiguo de la ciudad.
La calle Feria se encuentra en el casco antiguo de la ciudad.

Todo, eso sí, acompañado del delicioso café de especialidad de Mr. Chava, que también se puede comprar para llevar a casa. Lo mismo ocurre con las delicatessen que pueblan estanterías y vitrinas de 'Mehl': quesos artesanos de Quesos y besos, mantequilla cordobesa de Calaveruela, o mermeladas de Espartinas conviven con la panadería de la Esencia, de Mairana del Aljarafe, los vermús de los hispalenses Florum o kombu has made in Sevilla. Porque, ojo, también hay 'Mehl' espacio y planes para el tardeo, cuando lo que apetece es echar un rato entre risas y amigos con cosas bien ricas sobre la mesa.

El chef Javi Abascal.
El chef Javi Abascal.

Pero vayamos más allá, porque, centrándonos en el barrio que nos ocupa, hay nombres muy claros que no podemos dejar de mencionar a la hora de elegir dónde comer en este rincón de Sevilla. Empezando por el chef Javi Abascal y su afianzada defensa del cerdo ibérico como icono máximo de su gastronomía. No hay experiencia que pueda igualar el placer de disfrutar de todo un menú degustación -eso sí, también se puede pedir a la carta- en el que esta delicia es la protagonista: curtido en los fogones de restaurantes de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, el chef hispalense lleva años deleitando a sus comensales desde su restaurante Lalola by Javi Abascal (1 Sol Guía Repsol), ubicado en el patio interior del Hotel Palacio One Shot Conde de Torrejón, a un salto de la calle Feria.

La cocina de Javi Abascal se basa en la defensa del cerdo ibérico como icono máximo de su gastronomía.
La cocina de Javi Abascal se basa en la defensa del cerdo ibérico como icono máximo de su gastronomía.

Y lo hace con recetas tan sugerentes como el hojaldre ibérico al pesto de almendra, la crema de coliflor y castañetas con cítricos y azahar, o el corte ibérico de temporada. Un amor profundo que le une al animal más serrano y que le permite ofrecer un sinfín de propuestas en las que lo tradicional y la vanguardia se abrazan de una manera delicada, especial y original. No muy lejos, en Relator, 'Vida Jonda' es su alternativa más casual.

Ensalada de aguacate con crujiente de pan libanés.
Ensalada de aguacate con crujiente de pan libanés.
El humus de Fatouch.
El humus de Fatouch.

Pero la oferta no cesa, y lo mismo es posible viajar a la sierra onubense a través de los sabores, que a Oriente Próximo. 'Fatouch' ocupa una antigua tienda de muebles de la calle Feria de manera que, donde un día se mostraron al público cómodas y sillones, sillas de enea y cabeceros de cama, hoy se despliegan un sinfín de platillos entre humus, mezzes y pitas. No hay que olvidarse del pescado frito de la 'Freiduría Montesión', ni del bacalao frito de 'Casa Mateo', en el 33 de la calle Palacios Malaver. No demasiado lejos, en el 'Pumarejo', el jolgorio se apodera de las terrazas de los bares, no importa si hace fresquito o luce el sol.

'Fatouch' ocupa una antigua tienda de muebles de la calle Feria.
'Fatouch' ocupa una antigua tienda de muebles de la calle Feria.

Entre libros, flores y vinos

Es hora de rasgar el bolsillo. Y no habrá remedio, ya lo avisamos, porque la multitud de negocios de toda índole que han ido abriendo sus puertas en la zona tienta hasta al menos consumidor. Por ejemplo, el universo floral de 'Orangerie', el precioso proyecto de Juanma González, que cambió hace unos años el mundo de los viajes a medida por el de los tulipanes y peonías, helechos y ficus.

Bienvenidos al universo floral de 'Orangerie'.
Bienvenidos al universo floral de 'Orangerie'.

Desde su pequeño paraíso al que ha ido dando forma en la calle Correduría y que ya se ha convertido en todo un referente en la ciudad, trabaja sin cesar, no solo en llenar de vida hogares y negocios, sino también en diseñar fascinantes instalaciones florales que han decorado todo tipo de eventos a nivel nacional e internacional. Con un gusto más que exquisito, y desde este rincón de Sevilla ha demostrado que la vida con flores y plantas es muchísimo mejor.

La vida con flores y plantas es muchísimo mejor.
La vida con flores y plantas es muchísimo mejor.

Y como lo de aunar flores y libros es ya tradición, la siguiente parada puede ser 'Baena,' la librería en la que se atesoran auténticas joyas literarias o, como ellos mismos defienden, donde “lectores de novela moderna y aficionados al cómic se mezclan con bibliófilos en busca de ediciones antiguas de ejemplares ya desaparecidos”. El olor a libro abruma desde que se pone un pie en el interior y provoca que la curiosidad lleve a explorar baldas y mesas colmadas de auténticas reliquias.

Baena se encuentra en el número 26 de la calle Feria.
Baena se encuentra en el número 26 de la calle Feria.
'Baena,' la librería que atesora auténticas joyas literarias.
'Baena,' la librería que atesora auténticas joyas literarias.

Otro tipo de reliquia, igualmente tentadora, es la que se puede encontrar si se indaga un poco entre la ropa colgada de las perchas de cualquiera de los negocios de moda vintage que salpican Feria y sus alrededores. Faldas y blusas, pantalones, cinturones y bolsos de segunda mano, llenan las paredes de color, diseño y estilo. Hablamos, por ejemplo, de 'Ropero', en el 37 de la calle Feria, con un animado escaparate repleto de atractivos outfits, o 'Antro Vintage', en el número 45.

Aquí encontrarás todo tipo de ropa vintage.
Aquí encontrarás todo tipo de ropa vintage.

Para los más sibaritas, eso sí, el edén se encuentra en el número 86: el pasillo que adentra al visitante en 'De Sur a Norte Organic Wine', es pura fantasía. Vinos y más vinos, todos ellos con el sello ecológico por bandera, acompañan mientras se avanza por él hasta alcanzar una zona más amplia donde lo mismo disfrutar de una degustación, que participar en una de sus catas guiadas o, simplemente, aprovechar y pasar un buen rato mientras se aprende un poco más sobre el tema. En la vitrina, productos gourmet con los que preparar tablas y tapas perfectas para acompañar la experiencia.

De Sur a Norte Organic Wine.
'De Sur a Norte Organic Wine': un paraíso para los fans de los vinos.

Un fin de fiesta de lo más acertado con el que acabar de descubrir los encantos de este barrio. Un lugar auténtico y con alma que, aunque abraza la modernidad de mil y una formas, se niega a perder sus raíces. Eso sí: logra con éxito su cometido de una manera armónica y singular.