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¿Por qué elegir cuando se puede disponer de todo? Un parque natural único en Europa con playas vírgenes, restos prehistóricos y resquicios de actividad volcánica a escasos 40 minutos del centro neurálgico desde donde se abastece de frutas y hortalizas al continente. El desierto más cinematográfico se sitúa a los pies de la privilegiada y fría cima desde la que la ciencia observa el cielo y descubre nuevas estrellas. El auge de la industria de la piedra natural recuerda el orgullo del pasado minero en una tierra que vivió la fiebre del oro y que pone en valor la arquitectura industrial como reclamo turístico.
Todo esto y mucho más está en Almería, una provincia orgullosa de sus raíces árabes, de su mar, de su campo y, sobre todo, de sus contrastes. En tan solo un día se puede disfrutar de las cuatro estaciones del año y todos los paisajes posibles en esta piedra preciosa del sur de la península. Hay mucho que ver y sentir y, como mínimo, hay que empezar por estos 15 lugares:
Es el máximo exponente de la herencia musulmana en la ciudad. Corona el cerro de San Cristóbal y es visible desde cualquier parte de la ciudad, lo que ha convertido al Conjunto monumental de La Alcazaba en su símbolo. El espacio es Bien de Interés Cultural y acoge exposiciones y actuaciones teatrales temáticas durante todo el año. Es una ciudadela fortificada por gruesos muros que albergaba la sede del gobierno, casas y la mezquita construida a partir del año 955.
La Alcazaba tiene tres recintos diferenciados, dos de origen musulmán y un tercero de la época cristiana, con impresionantes vistas de la ciudad. En el segundo de los recintos es donde se encuentran los restos de la antigua ciudad palaciega donde vivían los gobernantes, sus guardias y sus sirvientes y contaba con palacios, baños, aljibes, tiendas y una mezquita.
La provincia cuenta con una ventana abierta al universo. En la Sierra de los Filabres se encuentra el Centro Astronómico Hispano-Alemán de Calar Alto, considerado uno de los centros de referencia en Europa, que ofrece desde hace más de cinco años visitas a la población civil tanto por la mañana como por la noche, así que ahora el cielo está algo más cerca en Almería.
El acceso a la cima más habitual se realiza desde Abla por la N-324, tomando un desvío a la izquierda en el kilómetro 214 que dirige a una carretera de 31 kilómetros hasta llegar al observatorio. Al acceder a Calar Alto nos encontramos con Serón y Bacares, dos municipios de obligada visita tanto por sus monumentos naturales como sus castillos y, por supuesto, su gastronomía.
Entre la Sierra de los Filabres y Alhamilla nos encontramos con otro espacio relacionado con las estrellas pero, en esta ocasión, del celuloide: el desierto de Tabernas, considerado el único de todo el continente europeo. Son 280 kilómetros cuadrados de sobrecogedora naturaleza que ofrece una estampa tremendamente sugestiva a cualquier hora del día y posee un gran interés paisajístico y geológico, además de gran valor botánico y faunístico por hallarse especies raras y únicas en el mundo.
La industria internacional cinematográfica ha elegido el desierto de Tabernas para algunas de sus grandes producciones como Cleopatra (1963), Conan el bárbaro (1982), Indiana Jones y la última cruzada (1989) o Exodus: dioses y reyes (2014). Según los datos del Ayuntamiento de Tabernas, suelen acoger más de 30 rodajes al año entre películas, series y anuncios publicitarios, así que es probable que en su visita encuentre alguna claqueta o alguna estrella de carne y hueso.
En lo alto de la loma que domina el pueblo de Vélez-Blanco, en la comarca de Los Vélez, se encuentra el máximo exponente del arte militar renacentista de los castillos de Almería, el castillo de los Fajardo, más comúnmente conocido como castillo de Vélez-Blanco. Es de época medieval, pero la obra señorial iniciada en 1506 ocasionó la práctica destrucción de la fortaleza anterior para adecuarse a las nuevas exigencias defensivas y representativas de los nuevos señores castellanos.
El castillo, declarado Monumento Nacional en 1931, está formado por dos construcciones unidas por un puente levadizo y cuenta con una superficie de casi 2.500 metros cuadrados, pero sólo se pueden visitar poco más de 745. Está organizado en torno a un Patio de Honor, una obra majestuosa en mármol blanco de Macael, aunque el patio fue vendido en 1904 y actualmente está expuesto en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
El municipio de Vélez-Blanco es igualmente conocido por su pasado prehistórico y cuenta con amplios registros paleolíticos y neolíticos. Tal es así que en su término se encuentra la famosa Cueva de los Letreros, donde se halló la pintura antropomorfa conocida como el Indalo y que hoy es uno de los símbolos de la provincia de Almería. Entre sus yacimientos y escenarios rupestres podemos encontrar, aparte, el de los Letreros, la Cueva de Ambrosio, o los abrigos de estrecho de Santonge, de las Tejeras, de las Colmenas o del Gabar, entre otros.
La Cueva de Los Letreros se descubrió en 1861 y ha sido declarada parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco. Sus dimensiones son 25 metros de anchura, unos seis de profundidad y una altura que oscila en el área central entre los 8 y 10 metros. Su acceso, aunque escarpado, viene facilitado por la existencia de unas rampas previas y una serie de escaleras en zigzag que nos acercan al mismo. Las visitas se organizan en grupo y se hacen necesarias para comprender el significado de las pinturas.
Almería es sinónimo de mármol y este se encuentra, sobre todo, en Macael. También en los municipios limítrofes de Olula del Río o Cantoria. Una de las empresas más conocidas internacionalmente es Cosentino y su Silestone, y tal es el espectáculo visual que provoca el movimiento de piedra en las montañas de la comarca que la empresa permite al espectador disfrutar y comprender esta industria desde un mirador de su cantera.
Para tener una visión global de la historia de la piedra natural en la comarca del Almanzora se puede visitar el Centro de Interpretación del Mármol, un espacio cultural donde historia, tradición, innovación y futuro conviven armónicamente para ofrecer una visión sobre la cultura del mármol de Macael.
Un buen triplete cultural en la zona del Almanzora representa la visita a la Casa Ibáñez y al Centro de la Fotografía Pérez Siquier, ambos en Olula del Río, y al Museo Pedro Gilabert, en Arboleas. Este último está dedicado al genial artista naíf ya fallecido. La colección permanente está compuesta por 142 esculturas talladas en madera de olivo por el artista.
Casa Ibáñez es una de las mayores colecciones de arte contemporáneo de Andalucía por la magnitud, variedad y calidad de sus fondos, más de 1.200 obras de arte en las cuales se encuentran representados artistas contemporáneos de primer nivel como Goya, Sorolla, Cabral Bejarano o Zuloaga. El Centro Pérez Siquier es un homenaje a Carlos Pérez Siquier, considerado uno de los pioneros de la vanguardia fotográfica en España y Premio Nacional de Fotografía en 2003.
Al filo del siglo XXI, miembros del Grupo Mineralogista de Madrid descubren lo que actualmente está considerado un fenómeno natural único a nivel mundial dadas sus dimensiones y la perfección, tamaño y transparencia de sus cristales. Se trata de la Geoda de Pulpí, en el levante almeriense. Fue hallada en la Mina Rica y se trata de una geoda de unos ocho metros de longitud por dos metros de altura, recubierta de enormes cristales de yeso. La estructura está tapizada por cristales de yeso, alguno de los cuales llega a medir casi dos metros. Su transparencia y estado de conservación la convierten en una joya de la naturaleza.
El origen de esta impresionante geoda puede explicarse en dos fases, referidas básicamente a la formación del hueco y al depósito mineral en el interior de éste. El hueco en la roca se produjo por karstificación de las dolomías que forman la Sierra del Aguilón, acompañada de inyecciones hidrotermales volcánicas. El depósito mineral en la geoda podría explicarse mediante un modelo mixto kárstico-hidrotermal. Por las dimensiones de la cueva se permiten visitas poco numerosas, por lo que se ha de solicitar con tiempo de antelación.
Almería es, sin duda, conocida internacionalmente por sus playas y, en concreto, por la belleza de aquellas que se encuentran en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Existen decenas en todo el levante, pero las de Mónsul y Genoveses -ambas en Níjar- son las que han acaparado más espacios en postales, revistas y todo tipo de reportajes turísticos. Quizá sea Mónsul la más conocida por haber aparecido en multitud de películas, como Indiana Jones y la última cruzada, y anuncios comerciales. Esta playa debe su singularidad a las formaciones de lava erosionada que la rodean, a la belleza de su arena fina y a su agua cristalina.
La vecina playa de Genoveses ocupa toda la bahía en más de un kilómetro de longitud y está rodeada de pequeñas dunas donde crece vegetación típica del parque, como las chumberas y pitas o agaves de alto pitaco. En la parte norte de la playa hay un pequeño bosquecillo donde refugiarse del sol veraniego y la zona sur está más resguardada del viento cuando sopla fuerte. El acceso es limitado para los vehículos.
Otro ejemplo de la grandeza natural de Almería son los Karst en Yesos de Sorbas. Son cuevas o formaciones que se hacen después de que los ríos penetren y excaven una formación de piedra, cal o un material similar. En el caso de los Karst de Sorbas, fue el río Aguas el que se encargó de excavar una cueva de yeso que se encuentra ubicada al sur del pueblo, formando dolinas, cuevas, cañones y geodas. Debido a que el mineral disuelto volvía a cristalizarse, escurrir y volver a disolverse, se fueron formando también dentro de estas cuevas algunas estalagmitas y estalactitas.
Esto hizo que la cueva sea un sitio único, cuyas formaciones incluso pueden seguir cambiando con el paso de los años. Las cuevas, que son por sí mismas un atractivo lugar turístico, cuentan además con un centro de visitantes donde se puede comprender un poco mejor todo el proceso de formación del Karst. Este espacio natural ha sido nombrado patrimonio de Andalucía y es considerado un lugar de interés geológico español e internacional.
En el pequeño municipio de Santa Fe de Mondújar, de la Comarca del Andarax, se encuentra el yacimiento de Los Millares que data entre el 3200 y el 2200 a.C. Este enclave arqueológico es un referente del Calcolítico a nivel europeo, ya que su organización espacial demuestra una extraordinaria complejidad funcional para el que fue su momento de ocupación.
Se compone de un poblado con cuatro líneas de murallas concéntricas, una necrópolis de tumbas colectivas y un conjunto de 13 fortines. La necrópolis, el mayor de los atractivos, ocupa una extensión de unas 13 hectáreas y se localiza a las afueras del poblado. Se compone de unas 80 sepulturas de grandes dimensiones y diversas estructuras de carácter ceremonial. Las tumbas se distribuyen conformando pequeños grupos, lo cual refleja las relaciones familiares, sociales y simbólicas existentes en Los Millares.
Villaricos es una pedanía de Cuevas del Almanzora y es uno de los ejemplos de la riqueza histórica y paisajística de este municipio del levante almeriense. En primer lugar se puede visitar su enclave arqueológico, cuyos orígenes se remontan a la Edad del Cobre, y un hábitat que perdura hasta la época altomedieval. Se conoce esencialmente como uno de los yacimientos clave en el estudio de la colonización fenicia en la Península Ibérica, identificándose con Baria, cuya fundación data del siglo VIII a.C.
La playa de Villaricos es vigilada por su castillo, una construcción que responde al objetivo del rey Carlos III de defender las costas españolas y, más concienzudamente, las del Reino de Granada, por los ataques de piratas. Superados los miedos a ataques costeros, fue abandonada y más tarde utilizada como puesto de la Guardia Civil. A principios de los 90 fue adquirida por el Ayuntamiento de Cuevas del Almanzora, siendo rehabilitada para utilizarla como punto de Información turística y sala de exposiciones.
El mayor reclamo turístico de Almería es el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, que es el primer espacio marítimo-terrestre protegido de Andalucía. Debido a los contrastes existentes entre el medio marino, el litoral y el terrestre, a las numerosas especies exclusivas que alberga y a las características propias de uno de los ecosistemas más áridos de Europa, este espacio fue también reconocido internacionalmente por la Unesco como Reserva de la Biosfera y Geoparque Mundial.
Uno de sus rasgos más significativos es la existencia de numerosos cortijos abandonados, sistemas de aprovechamiento de agua y viento como norias, aljibes y molinos, reconocidos todos ellos como Bien de Interés Cultural, que se integran en el paisaje y son el testimonio de una cultura, ya desaparecida, ligada al aprovechamiento tradicional de los recursos naturales. Fenicios y romanos imprimieron las huellas de su paso por estas tierras, explotaron la abundante pesca del litoral y dejaron un legado que aún se conserva.
La Albufera de Adra es Reserva Natural y Espacio Natural Protegido por la Junta de Andalucía y está situada en el extremo suroccidental de la provincia. Este humedal costero constituye una fuente permanente de alimento y vida para la fauna residente en la zona, y es lugar de paso obligado en las rutas migratorias para las aves entre los continentes europeo y africano.
Entre las 172 especies de plantas inventariadas destacan por su abundancia la espiga de agua y la najas, pero sobre todo Zannichellia contorta por estar en peligro de extinción. Igualmente, en peligro de extinción se encuentra el fartet, un pez endémico que tiene en Adra su último refugio andaluz. Su observatorio ornitológico acoge a grupos organizados para visitas con fines didácticos y científicos, previa solicitud de autorización.
El municipio de El Ejido es conocido por su mar de plástico, los invernaderos cuya producción intensiva abastecen de frutas y hortalizas a medio mundo, por lo que se ha denominado huerta de Europa. Almería es líder andaluz en exportación agroalimentaria y una de las vistas más impactantes supone divisar ese mar de plástico. Empresas hortofrutícolas organizan visitas guiadas para dar a conocer los secretos mejor guardados del cultivo bajo plástico, que está permanentemente en investigación.
Pero en El Ejido convive la industria agroalimentaria más próspera con el pasado romano almeriense de mejor conservación. Se trata del Yacimiento de Ciavieja. El hallazgo de un mosaico -durante un movimiento de tierras para construir un invernadero en 1984- dio origen a este yacimiento que espera abrir al público en toda su extensión durante 2022. El mosaico se puede ver actualmente en la Biblioteca Municipal de El Ejido.
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/09_Krudo.jpg.transform/rp-rendition-xxs/image.jpg)
/09_Krudo.jpg.transform/rp-rendition-lg/image.jpg "La barra fresca, ácida y picante de Bérgamo y Correa")
