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Pack Retiro del restaurante 'Berlanga': comiendo en el Retiro

Parques para hacer un pícnic en Madrid

De piscolabis sobre el césped madrileño

Actualizado: 03/06/2022

Te proponemos disfrutar de la llegada del buen tiempo con un pícnic al aire libre, en medio de la naturaleza y, lo más importante, sin ir muy lejos, en pleno Madrid. Porque, incluso en la urbe, podemos encontrar remansos de paz y lugares idílicos donde estirar el mantel, tirarnos al césped y tomar un tentempié.
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1. Casa de Campo

Empezamos nuestro recorrido en Casa de Campo, el mayor parque público de la capital madrileña que, desde 2010, es Bien de Interés Cultural en la categoría de Sitio Histórico. Su mayor atractivo paisajístico es, sin duda, el lago, así que busca un lugar privilegiado para gozar de toda su belleza y sitúa allí tu banquete campestre. Entre un selfie y otro, porque sí, sabemos que desconectar de la ciudad es fácil, pero de las nuevas tecnologías no tanto, quizás te interese conocer algo sobre la historia de este enclave.

Piragüismo en el lago de la Casa de Campo de Madrid
La gran masa forestal de la Casa de Campo crea grandes superficies de sombra. Foto: David Fernández

Su creación se debe a Felipe II, quien decidió trasladar la Corte a Madrid y residir en ella. El rey formó una finca que unía el palacio con el cazadero de El Pardo y, alrededor de este núcleo, se fueron agregando fincas de labor y campos comprados a los colindantes. Durante la Guerra Civil fue frente de batallas y bombardeos que afectaron a sus construcciones antiguas e hicieron aparecer nuevas construcciones militares, que aún se pueden ver. Desde 1931, con la llegada de la Segunda República, es propiedad del pueblo de Madrid.

Picnic en familia.
Si se tiene suerte, es posible desplegar el pícnic en uno de los merenderos habilitados. Foto: Sofía Moro

2. Campo del Moro

No muy lejos se encuentra otra obra que vio la luz durante el reinado de Felipe II, el jardín histórico de Campo del Moro, ideal para tomar un tentempié con uno de los mejores panoramas de la ciudad: el Palacio Real, detrás de un gran tapiz verde jalonado por fuentes monumentales dentro de un amplio y sombrío jardín romántico.

Campo del Moro. Madrid. Palacio Real
El jardín histórico de Campo del Moro, ideal para tomar un tentempié con vistas al Palacio Real. Foto: Agefotostock

Si escuchas un sonido parecido al maullido de un gato, es muy probable que estés cerca de uno de los pavos reales que viven en este jardín. Además de mirar hacia el suelo, levanta la vista hacia las ramas de los árboles, ya que a menudo suelen descansar allí. Con suerte, podrás ver cómo baja del árbol con toda la gama de colores de sus alas abiertas y bañadas por el sol. Si no, pues date un largo paseo, en algún momento conseguirás captar alguno que despliegue sus espectaculares alas.

3. Madrid Río

Tanto si has organizado un pícnic con toda la familia, como si buscas un plan con más acción, para quemar la tortilla de patatas o los embutidos, te recomendamos Madrid Río. Aquí tendrás a tu disposición 17 áreas de juegos infantiles -cada una con características diferentes, según edades- que se sitúan a lo largo del Salón de Pinos; la Playa de Madrid Río, formada por tres recintos acuáticos ovalados con chorros de agua refrescantes y rodeados de una amplia zona de descanso con hamacas; las actividades culturales de Matadero Madrid, y el puente monumental de Arganzuela o el puente de Perrault para largas caminatas.

Madrid Río
Las zonas ajardinadas de Madrid Río son un espacio ideal para hacer un pícnic en el centro. Foto: Shutterstock

4. Parque Lineal del Manzanares

Siguiendo el curso del Manzanares, Madrid Río desemboca, a su paso entre Usera y Vallecas, en el Parque Lineal del Manzanares, otra ubicación privilegiada para asentar aquí tu tapeo en plena naturaleza. Realizado en 2003 por el taller de arquitectura de Ricardo Bofill, este otro paraje verde nos recibe con más zonas infantiles, un anfiteatro, dos miradores, diversas fuentes y áreas para practicar deporte y la Caja Mágica, diseñada por Dominique Perrault.

Mujer sola en bicicleta.
El Parque Lineal del Manzanares es uno de los paseos favoritos de los ciclistas madrileños. Foto: Hugo Palotto

La joya de la corona nos espera en el punto más alto, situado en la cima del cerro artificial de La Atalaya. Se trata de La Dama del Manzanares, una escultura dedicada al río que cruza la ciudad y realizada en bronce y acero a partir de un diseño del artista valenciano Manolo Valdés. Representa la cabeza de una mujer, con el rostro orientado hacia el casco urbano madrileño. Desde 2005, cuenta con 24 proyectores de luz, cuyas tonalidades cambian con cada estación.

5. Parque Cerro del Tío Pío

Rumbo a Vallecas se ubica otro imprescindible para realizar tu pícnic con vistas privilegiadas, para algunos las mejores de Madrid: el Parque Cerro del Tío Pío o el de las siete tetas, llamado también así por la forma que adquieren sus colinas.

Un grupo de personas admira las vistas desde el Mirador Cerro Tío Pío, en Vallecas.
Desde lo alto del parque se tiene una de las panorámicas más bellas de la capital. Foto: Hugo Palotto

Con diferentes alturas y pendientes, extensas superficies de praderas y largas alineaciones de arbolado en los paseos, es en el momento de la puesta del sol cuando deslumbra con toda su belleza. Al atardecer, acude al mirador de la zona alta para poder disfrutar -sin apenas obstáculos visuales- de cómo el skyline de la capital y la Sierra de Madrid se tiñen de tonos rojizos. Y si has olvidado algo para tu comida al aire libre, sin duda te interesará saber que hay un quiosco con terraza en el mismo parque.

6. El Retiro

Otra opción para un pícnic familiar y/o un plan con todo tipo de propuestas es El Retiro -desde el 25 de julio de 2021, junto al Paseo del Prado, Patrimonio Mundial de la UNESCO-, o el rey de los parques de la ciudad, que lo tiene casi todo para convertir tu pausa bucólica en algo muy entretenido.

Rosaledas - Retiro
El Retiro, un oasis vegetal en el corazón de Madrid. Foto: Sofía Moro

Puedes empezar por un paseo por la Rosaleda (colección de rosas) y seguir con un recorrido por el Parterre Francés con el ahuehuete, el árbol más antiguo de la capital, una especie muy exótica que tiene la particularidad de que no pierde las hojas todos los años y del que se dice que podría tener alrededor de 400 años. Luego, puedes remar en el Estanque Grande, patinar en el área dedicada a ello o jugar con los niños en una de las muchas zonas de recreo infantiles.

Estanque de El Palacio de Cristal en el Parque de El Retiro
El Palacio de Cristal acoge en la actualidad algunas colecciones del Museo Reina Sofía. Foto: Alfredo Cáliz

Puedes acabar tu jornada con el arte del Palacio de Velázquez o del Palacio de Cristal -uno de los principales ejemplos de la arquitectura del hierro en España-, ambos utilizados actualmente como salas de exposiciones del Museo Reina Sofía. Por último, pero no menos importante, no dejes de sacarte una foto con la estatua de El Ángel Caído, única escultura en el mundo que representa al diablo.

7. Templo de Debod

Si has optado por un pica pica al atardecer, el Templo de Debod y sus jardines son otro de los lugares de la ciudad que lucen sus mejores galas a esa hora del día. Desde aquí puedes contemplar la cornisa del Manzanares, con el Palacio Real y la Casa de Campo bañados por ese color tan especial y típico que adquieren al caer el sol.

Templo de Debod, en Madrid, visto al revés con la ciudad al fondo
Las puestas de sol sobre el Templo de Debod impresionan por los tonos del cielo. Foto: Hugo Palotto

Y si te estás preguntando qué hace un templo egipcio en pleno Madrid, quizás te interese saber que ese templo funerario, con más de 2.000 años de antigüedad, fue rescatado de las aguas de la presa de Asuán por un equipo de arqueólogos español y fue traído, piedra a piedra, y reconstruido en su actual ubicación después de que el gobierno egipcio se lo regalara a España. Se encuentra con la misma orientación que tuvo en su lugar de origen.

8. La Quinta de los Molinos

Si quieres sorprender a alguien, invítale a un pícnic en La Quinta de los Molinos a la sombra de los almendros en flor -suelen florecer entre febrero y marzo-. Este enclave se compone de grandes extensiones de arbolado en las que se encuentran olivos, pinos y eucaliptos, pero los almendros, con su fantástico espectáculo paisajístico, sobresalen por encima de todos. Estos árboles están distribuidos por toda la finca, si bien los más populares son los que se sitúan junto a la entrada secundaria de la calle Alcalá y los de la calle Miami. Te recomendamos completar esta cita especial con un paseo para admirar los edificios y arquitecturas, declaradas de alto interés, distribuidos a lo largo de este parque.

Picnic Pago Guijoso
Un buen lugar para descorchar un vino. Foto: César Cid.

9. Parque Juan Carlos I

Terminamos esta ruta de tapeo al aire libre en el Parque Juan Carlos I, célebre, entre otras cosas, por su espacio para la práctica del vuelo de cometas. Abierto al público en 1992 con motivo de la celebración de Madrid Capital Europea de la Cultura, este otro paraje verde alberga, asimismo, un olivar con más de 2.000 ejemplares del antiguo Olivar de Hinojosa, un lago -donde es posible practicar la pesca deportiva-, un auditorio, una colección de esculturas al aire libre y un centro de actividades.

Recetas para un pícnic en la montaña.
Independientemente del medio de transporte, lo importante es encontrar el lugar para relajarse. Foto: Sofía Moro

Los más deportistas podrán patinar, ir en bici, jugar a voleibol, minibásquet, fútbol sala o pádel. Existe además un servicio de alquiler de bicicletas gratuito y, cada media hora, un trenecito recorre el parque de forma gratuita, para que no perdáis ningún detalle sobre este bonito entorno.