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Bordeamos de norte a sur la costa mediterránea a la altura de la provincia de Girona con las mejores pistas en el bolsillo y 'La Gabia dels Mussols' en Sant Feliu de Guíxols va a ser el punto de partida del recorrido. Siguiendo la recomendación de Javier y Sergio Torres (‘Cocina Hermanos Torres’) puedes acabar alargando la noche con los pies en la arena y la visita te sabrá a coca de jamón ibérico con queso brie, a brioche de tartar de de atún o a sorbete de limón, vodka y menta fresca.
Apenas media hora separa Sant Feliu de Guíxols de Palafrugell, donde se encuentra uno de los lugares favoritos de Mateu Casañas, Oriol Castro y Eduard Xatruch, los cocineros de ‘Disfrutar’. "Con la idea de la cocina de barraca como hilo conductor, esta arrocería a la leña tiene una propuesta interesante y divertida”, detallaban los chefs sobre ‘Soca-rel’, que además cuenta con una señora terraza. Las barracas son el típico edificio de la huerta valenciana y Jordi Garrido aúna precisamente la cocina del País Valenciá con la del Empordá; además de los arroces -como el de sepia, calamar y gamba roja-, la bomba melosa de carrillera con patata brava o la croqueta de calamar son algunas de sus propuestas estrella este verano.
Diez minutos en coche rumbo al norte y ya estamos en Begur. Según Pere Monje, director de 'Via Veneto', en ‘Toc al Mar’ se puede “comer un producto extraordinario prácticamente encima del mar”. Los pescados se compran a barcas seleccionadas y los arroces se terminan al horno de leña para que los clientes los puedan degustar en Aiguablava, en palabras de Monje, “una calita maravillosa en la zona del Baix Empordà”. Santi Colominas, Sandra Baliarda y Ruel Rodeles abrieron ‘Toc al Mar’ en 2011 y desde entonces no han perdido su filosofía: “Buena gente, buen producto, buena brasa y que todo el mundo se encuentre como en casa”.
Y de la playa y el pescado a los buenos vinos. En L’Escala (otra media hora hacia el norte desde Begur) hay un sitio donde si eres fan del vino, te sentirás bien comprendido. Mateu Casañas, Oriol Castro y Eduard Xatruc recomiendan sin ambagues‘Uain bar&store’ : "Un bistró donde descubrir, de la mano de Rafel Sabadí, más que una sorpresa del mundo del vino. Su pasión por este mundo lo convierte en un lugar muy interesante", aseguran. Hasta 500 referencias acumulan en su bodega, todas elegidas con unos criterios de selección bien claros: “Vinos respetuosos con el entorno natural, auténticos y con un carácter personal, con una alta carga emocional y que armonicen con nuestra propuesta gastronómica”. Esta propuesta gastronómica se basa en tapas actuales y de corte catalán para compartir: saam de pollo de payés asado, brioche de cordero de La Albera o carpaccio de gambas de Roses.
Precisamente Roses es nuestra siguiente parada. En concreto, la terraza del ‘Santallúcia’. A Martina Puigvert y a su Madre, Fina Puigdevall -cocineras de ‘Les Cols- les gusta les gusta ir a esta terraza, sentarse cerca de la orilla, y pedir unas gambas de Roses recién hervidas en agua de mar. Además de este plan veraniego imbatible, este lugar en la playa de la Almadrava propone clásicos como los mejillones a la marinera, una rica fideuá, y también algún interesante plato de verdura, como los puerros a la brasa con vinagreta de avellanas. El medio siglo de cocina frente al mar se percibe en el sabor, y además cuentan con apartamentos para quien quiera quedarse un par de días. ‘Cal Calmpaner’ también está en Roses pero, como dicen los cocineros de ‘Disfrutar’, “escondido lejos del frente marítimo”, aunque tan solo se encuentra a siete minutos de la playa de la Punta. “Este restaurante de segunda generación toca el producto del mar como pocos. Solo a través del producto fresco del Cap de Creus ofrece un sinfín de posibilidades”, explican.
En una ruta por los pueblos de la Costa Brava no podía faltar Cadaqués, uno de los pueblos icónicos del Mediterráneo. Aquí los cocineros de la zona se centran en el dulce y el buen brindar. Por un lado, Mateu, Oriol y Eduard recomiendan ‘Joia’, una heladería “en primera línea de playa”. “Variedad de helados con vistas inmejorables” es, según cuentan, los puntos fuertes de este establecimiento, que vende combinaciones como jengibre fresco con frutas del bosque o chocolate de naranja con naranja confitada. A quienes le apetezcan más las copas que los helados, tienen un aliado en ‘Boia’, la coctelería de Manel Vehí frente a la Platja Gran donde Marina Puigvert se suele pedir Bloody Mary. "Unos cócteles fantásticos, una terraza con aroma de mar, un lugar con duende", describe también Paco Pérez, cocinero de ‘Miramar’.
Muy cerca, en El Port de la Selva, Paco Pérez propone un plan completo. Ir a comer o cenar a ‘L’Escata’ y tomarse el postre en ‘Galiana’. ‘L’Escata’ “es una terraza tipo chiringuito con vistas a la Mar d'Amunt, dentro del puerto de Port de la Selva, donde se pueden tomar productos del mar muy bien tratados”, explica el cocinero. ‘Galiana’, por su parte, es la heladería y obrador de Pablo Galiana, quinta generación de heladeros en el pueblo. Frente a la Platja de la Ribera, Paco Pérez se suele pedir el de avellana y chocolate.
Y así, llegamos a Llançà, meta de nuestro sabroso itinerario. En el puerto, Francisco Fábreca dirige ‘Pacu Pacu’ desde hace 35 años y Paco Pérez solo es uno de sus muchos clientes habituales. Su principal atractivo: los productos del Alt Empordá cocinados a la manera mediterránea justo en frente del mar. También en Llançá se encuentra 'aMà', la pastelería de Paco Pérez, donde él mismo recomienda las ensaimadas pero además vende pan y café, así que también es un buen lugar donde comprar para seguir comiendo bien cuando ya estemos en casa.