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Leyenda romana, medieval y renacentista
Segovia es una ciudad poliédrica, como todas las ciudades de cuento. Puede ser romana, medieval o renacentista, a gusto del consumidor o visitante. El Acueducto de Segovia es el símbolo más reconocible del municipio, una obra de ingeniería civil con números que asombran. Cuenta con 167 arcos conservados, 29 metros de alto y casi 16 kilómetros de longitud. No muy lejos de él se encuentra la Casa de los Picos, del siglo XV, con su emblemática fachada tallada en granito con puntas de diamante. Desde la antigua judería, donde reside la sinagoga mayor, hoy Convento del Corpus Christi, puede contemplarse la catedral, del siglo XVI, famosa por su claustro, la sillería del coro y por su fachada.
El Alcázar de Segovia es otro icono de la localidad. Dice una leyenda urbana que Walt Disney se inspiró en él para el castillo de la cenicienta. Quién sabe. Pero se le aproxima. Comentan en Segovia que sus arquitectos fueron el tiempo y la historia, y sus artífices varias casas reales, como la de Borgoña, la de Trastámara, la casa de los Austrias y la de los Borbones. Se ubica sobre un promontorio rocoso donde convergen los valles de los ríos Eresma y Clamores.
La arquitectura religiosa también ha dejado en Segovia brillantes monumentos como el Monasterio de San Antonio el Real, del siglo XV, la Iglesia de la Vera Cruz, el Monasterio de Santa María del Parral y la iglesia románica de San Millán. Y monumento nacional debieran ser también los míticos mesones segovianos con platos que marean los sentidos como el cochinillo asado, los judiones y deliciosos postres como el ponche.
/09_Krudo.jpg.transform/rp-rendition-lg/image.jpg "La barra fresca, ácida y picante de Bérgamo y Correa")
