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Bajo la influencia de Núria
El nombre de Queralbs es prácticamente desconocido para la gran mayoría pero no pasa lo mismo con el valle de Núria, que alberga el reconocido santuario mariano, de raíces y tradiciones antiguas. Pues bien, tanto el valle como el templo forman parte de este municipio milenario, de gran interés turístico y paisajístico. Situado al norte de la comarca del Ripollès, Queralbs se ubica en el valle de Ribes y está rodeado por los Pirineos, con picos como el Puigmal, el Balandrau o el Torreneules.
Son destacables las iglesias románicas de Sant Jaume de Queralbs (s. XII) y la de Sant Sadurní de Fustanyà (s. XII), pero es inevitable que el principal polo de atracción turístico sea el valle de Núria. No se puede llegar a Queralbs y no ir a Núria. Es un destino obligatorio al que se puede acceder de dos modos: a pie mediante el camino viejo o con el práctico cremallera, un tren turístico que sortea los 6 kilómetros entre el municipio y el santuario, así como un desnivel de 700 metros de altitud. Las vistas desde el tren son espectaculares, mostrando una naturaleza propia de la montaña centroeuropea.
El valle de Núria es de una riqueza paisajística única. Está rodeado de cimas de 3.000 metros y alberga una flora y una fauna propias del Pirineo. En su entorno se pueden practicar todo tipo de deportes de aventura, excursionismo e incluso esquiar durante el invierno, pero también es un destino ideal para los que buscan meditación, receso y plegaria. En el valle hay un lago artificial y el santuario de la mare de Déu de Núria, que alberga la talla románica. La iglesia actual se inauguró en 1911.
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