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Cedeira

Acantilados que miran a una preciosa bahía

Bordeando la ría de Cedeira se encuentra uno de los lugares más hermosos de Galicia. Dividida por el río Condomiñas, Cedeira se nos muestra en su parte más antigua como una cuidada villa medieval. Sus casas exhiben orgullosas sus blasones pero con el sabor de un pueblo marinero, algo que se refleja en los miradores acristalados de sus casas que se asoman a una preciosa bahía.
En lo alto del pueblo se divisa la iglesia de Santa María del Mar, del siglo XVI, que nos muestra el camino hacia el puerto donde se encuentra el castillo de la Concepción, del siglo XVIII, hoy reconvertido en museo. Un cruceiro nos indica la situación de la ermita de San Antón de Corveiro que se asoma a un acantilado. Ni Santa María del Mar ni San Antón pueden competir en devoción con el santuario de San Andrés de Teixidó, lugar de romeros y peregrinos y del que se dice "vai de morto quen non foi de vivo" (va de muerto el que no fue de vivo). 

Cedeira es una ciudad que se mira en un mar y un océano, el Cantábrico y el Atlántico se unen en la ría. Mar y océano cuyas olas baten con fuerza en los sobrecogedores acantilados de la sierra de la Capelada, de los más altos de Europa, pero cuyas aguas llegan mansas a sus playas. La más bonita es la de Villarrube con forma de media luna, pero la más popular, por ser la más urbana, es la de la Magdalena. Cedeira, entre la Estaca de Bares y Punta Candelaria, cuenta con numerosos y pequeños ríos que diseñan un bello paisaje de bosques y valles. En suma, un lugar que merece la pena conocer.

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