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Las vistas desde las habitaciones son idílicas.

Hotel 'Cala Saona': un oasis de paz en la idílica Formentera

Cuando el hotel forma parte de la postal

20/10/2024 –

Actualizado: 03/09/2024

Fotografía: Sofía Moro

Cuando Joan Ferrer compró los terrenos de Cala Saona para construir un hotel, le tomaron por loco. Eran los años 50 y este visionario, que trabajó como pastelero de la Corte Real de Mónaco, no se equivocó en su elección. Cuatro generaciones después, su familia dirige el Hotel 'Cala Saona' convertido en un oasis de calma y lujo en una de las calas más hermosas de la isla de Formentera.
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No hay balcón más refrescante para asomarse a Cala Saona que la piscina del hotel que lleva su nombre. Diseñada como infinity pool, sus aguas parecen fusionarse con el Mediterráneo de tonos turquesas flanqueado por acantilados que se abre ante nuestros ojos. El paisaje es de postal y estar en este hotel enclavado entre pinares y sabinas, te hace sentir parte de él.

El hotel se encuentra rodeado de pinos y sabinas.
El hotel se encuentra rodeado de pinos y sabinas.

Realmente todo el 'Hotel Cala Saona' está diseñado para mirar al mar. En una posición elevada sobre el terreno, el hotel está construido con marés, la piedra local de la isla similar a la arenisca. Su fachada blanca y minimalista se integra en el entorno sin causar un impacto visual sobre la cala a la que se accede directamente por una pasarela de madera. El hotel no desluce el paisaje. Dentro, la madera y los materiales naturales protagonizan un estilo rústico, elegante y coherente con el marco que le rodea.

La infinity pool tiene las vistas más refrescantes.
La infinity pool tiene las vistas más refrescantes.
Todas la zonas comunes del hotel miran hacia la cala.
Todas la zonas comunes del hotel miran hacia la cala.

El alojamiento lo gestiona la cuarta generación de una familia de Formentera que lleva más de un siglo dedicada a la hostelería. Joan Costa tiene 28 años y es el bisnieto de Joan Ferrer, aquel visionario que, en el año 1922, abrió el primer establecimiento hotelero en la plaza de Sant Francesc: ‘La Fonda Platé’, hoy aún en marcha y dirigido por uno de sus nietos.

El hotel cuenta con 98 habitaciones.
El hotel cuenta con 98 habitaciones.

“Mi abuelo viajó a Argentina a los 13 años para trabajar. Ahorró y a la vuelta abrió esta primera fonda. Después inauguró 'Fonda Pepe', en Sant Ferran de Ses Roques, y en los años 50, ya en el exilio, trabajó en Mónaco como pastelero del príncipe Rainiero. Cuando volvió a la isla, amplió la ‘Fonda Platé’ y compró los terrenos de Cala Saona para levantar entonces una pensión (1954)”, explica el joven que se ha criado correteando por los pasillos del alojamiento.

En la decoración se han utilizado materiales naturales.
En la decoración se han utilizado materiales naturales.
Todos los detalles del hotel evocan a la isla.
Todos los detalles del hotel evocan a la isla.

“Entonces, los terrenos de esta cala no valían nada: no se podía cultivar y era mal sitio para la ganadería. Pero mi bisabuelo venía de trabajar en la Costa Azul y vió claro el futuro turístico que tendría la isla”, añade Joan, que además de empresario, es cocinero. Hoy se encarga de los proyectos gastronómicos de este hotel de 4 estrellas, tanto del chiringuito ‘Cala Saona a pie de playa -Recomendado Guía Repsol-, como del gastronómico Sol Post’. Su cuñado, Joan Marí, es el director del hotel.

Detalle de las distintas estancias del hotel.
Detalle de las distintas estancias del hotel.

Reformado en 2014, el hotel cuenta 98 habitaciones. Luminosas y amplias -entre 21 y 54 metros cuadrados-, las estancias están equipadas con camas king size, amenities orgánicos, sábanas y tejidos de algodón, kit de playa y pase de spa, entre otros servicios. Los grandes ventanales regalan unas vistas privilegiadas sobre la cala con un mar salpicado de veleros, mientras que otras, como la Junior Suite, presumen de tener jacuzzi en su terraza. El hotel cuenta además con dos pistas de paddle para los más deportistas y la CS Art Gallery, un espacio en el que reciben a diferentes artistas locales e internacionales.

Una pasarela de madera te lleva del hotel a la playa.
Una pasarela de madera te lleva del hotel a la playa.

Arroces en la playa, cócteles Tiki y un menú de altura

Dejarse llevar en este hotel a nivel gastronómico es una gozada, de principio a fin. Comenzando por su desayuno tipo brunch en la terraza, que como nuevo balcón al paraíso, te recibe con una cala aún vacía de bañistas; a un snack bar, junto a la infinity pool (apta para familias), donde tapear y probar una cocina más desenfadada sin quitarte el bañador.

Hay propuestas gastronómicas para todos los gustos.
Hay propuestas gastronómicas para todos los gustos.

También está la opción de quedarse a pie de la playa, en el chiringuito ‘Cala Saona’ (Recomendado Guía Repsol), donde entregarse a un arroz con parpatana de atún rojo, un plato de frit de langosta o un pescado fresco del día. Por las tardes, el Tiki Bar invita a un cóctel hawaiano con música en las camas balinesas o en una de sus hamacas sobre la arena. Sorprenden el Tiki Hanna, el Chili Mango Mojito o el Pomelo´s Spicy Margarita, aunque lo mejor para acertar es dejarse aconsejar por el barman.

Armand Vidal y Mauro Rivas en la cocina vista de 'Sol Post'.
Armand Vidal y Mauro Rivas en la cocina vista de 'Sol Post'.

Con el atardecer pintando el cielo de tonos naranjas y morados, la propuesta gastronómica se pone más seria. En ‘Sol Post’, Armand Vidal, Mauro Rivas y Clara Campoamor son tres jóvenes cocineros que exponen sobre el plato un cruce migratorio de sabores entre Cataluña, El Salvador y la isla Pitiusa. Ya sólo queda dejarse llevar y seguir disfrutando de la postal.

'HOTEL CALA SAONA'. Carretera a Cala Saona, 6, 07860, Formentera. Islas Baleares. Tel: 971 32 20 30

¿Qué tal ver el atardecer desde una cama balinesa?
¿Qué tal ver el atardecer desde una cama balinesa?