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Salón interior de la 'Casa rural Antón Veirás' con libros y chimenea.

Alojamientos en el Camino Inglés ¿Dónde dormir?

En busca del mejor descanso

Actualizado: 07/06/2021

Después de las jornadas maratonianas que impone el Camino, sabemos que muchos peregrinos podrían quedarse dormidos de pie. Sin embargo, saber dónde dormir en el Camino Inglés es fundamental para reponer fuerzas. Un Parador, un albergue recién estrenado o una casa rural en medio de la naturaleza son nuestras opciones para que el descanso garantice un "buen camino" al día siguiente.
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1. 'Parador de Ferrol' (A Coruña)

El peregrino tiene la oportunidad de arrancar el Camino Inglés bien descansado saliendo del 'Parador de Ferrol'. Ubicado en el corazón del barrio de la Magdalena y con vistas a la ría, esta casona típica gallega hace de este alojamiento un lugar único para vivir la ciudad gallega tan ligada al mar. Su reducido tamaño le imprime además ese toque acogedor que pueda dar fuerzas al caminante.

Fotomontaje con varios detalles náuticos del Parador, como lámparas y un antiguo farol de barco en la escalera principal.
Varios detalles náuticos del Parador: un antiguo farol de barco en la escalera principal y lámparas.

Algunas de las habitaciones se abren a la ría, trayendo la luz del mar entre astilleros y arsenales; y otras, no por ello menos afortunadas, dan a la calle Real, la principal de la urbe y que articula uno de los barrios más antiguos de la ciudad, el de la Magdalena. Esta zona, aunque ha perdido parte de la supremacía con la que presumía dentro de la ciudad, sigue teniendo el encanto del barrio que fue. Cerca de éste, y con gran interés para cualquiera que quiera conocer la ciudad, brilla cada vez con más fuerza el de Canido, donde artistas locales han llenado las fachadas de murales coloridos.

Una mujer lee en la habitación con vistas a la Calle Real, una de las más importantes del barrio de la Magdalena y la ciudad.
Una parte de la habitaciones tiene vistas a la ría; y otra, a la calle Real. Las dos son buena opción.

Para los peregrinos, el 'Parador' cuenta con precios especiales. Las ofertas varían según la temporada, pero los que decidan empezar el camino descansando en este alojamiento pueden tener un descuento que va desde una reducción en el precio de la habitación, que incluye desayuno, hasta un menú especial bastante asequible a todos los bolsillos. Una opción distinta para arrancar de otro modo los kilómetros hasta Santiago de Compostela.

Fotomontaje con dos imágenes: una de la terraza de una de las habitaciones que da a la Ría; y otra de la recepción del Parador.
Terraza de una habitación con vistas al mar y el vestíbulo del Parador.
'PARADOR DE FERROL' - Praza do Contralmirante Azarola Gresillón, Ferrol, A Coruña. Tel. 981 35 67 20.

2. 'Albergue San Lorenzo de Bruma' (Mesía)

Es el último proyecto del Camino Inglés y el resultado de una pareja de valientes que no se amilanó ante la pandemia ni ante el cierre de la hostelería. Atendiendo a la demanda que se ha ido incrementando durante los últimos años por el aumento de peregrinos, Paula Gómez y su marido decidieron embarcarse en el proyecto de construir este albergue privado en Bruma, donde solo había uno público, de la Xunta, para el gran número de caminantes. La cuarentena frenó un sueño recién nacido, pero ellos no se dieron por vencidos. Y, por fin, este mes de mayo de 2021 abrieron las puertas a los primeros peregrinos.

Edificio del Albergue San Lorenzo de Bruma con sus líneas rectas y blancas rodeado de césped.
El albergue se acaba de estrenar este mismo año 2021.

"Yo soy administrativo y no me dediqué nunca a la hostelería, pero soy de aquí y vivo aquí desde siempre. Desde que empezaron a llegar peregrinos en el año 93 se quejaban de que se tenían que desviar del camino después de llegar cansados y haciendo la subida desde Betanzos", asegura Paula, que conoce la dureza de esta etapa que acaba en su localidad. Y aunque ella se considera poco aventurera en el tema de los negocios, fue su marido quien vio la oportunidad y quiso aprovecharla pese a que, al principio, todo se puso en contra.

Paula Gómez, dueña del albergue, fotografiada a través de una ventana; y la terraza exterior en un día lluvioso.
Paula Gómez, dueña del alojamiento, y la terraza exterior del albergue.

De un blanco impoluto y una construcción basada en las líneas rectas, este albergue moderno parece querer contradecir a las curvas del camino y devolver la serenidad al peregrino o al turista cansado. Está bordeado además por una terraza, perfecta para las tardes de sol, y un césped brillante y verde que contrasta con el piso gris del alojamiento para alegrar la vista. Aquí se respira limpieza y todas las comodidades, desde sus habitaciones con literas para cuatro, seis y ocho personas (20 euros por cama) hasta sus dos habitaciones dobles privadas con sus propios cuartos de baño y un ventanal abierto al campo (55 euros por noche). Los peregrinos agradecerán, especialmente, la privacidad que han conseguido separando cada una de las literas. Una intimidad que se agradece cuando hay que compartir, además de los kilómetros, las horas de sueño.

Habitación con literas en el Albergue de San Lorenzo de Bruma.
Las literas de las habitaciones compartidas aportan cierta privacidad al peregrino.
'ALBERGUE SAN LORENZO DE BRUMA' - C/ Hospital de Bruma, s/n. Mesía, A Coruña. Tel. 620 34 77 54.

3. 'Casa Rural Antón Veirás' (Ordes)

A pie del Camino Inglés, a su paso por la aldea de Outeiro (Poulo), una antigua casa de labranza restaurada con mimo y rodeada de un gran jardín, ofrece al peregrino seis coquetas habitaciones para un grato descanso. Su fachada de piedra impone, así como su hórreo y ese gran ventanal que deja traspasar la luz natural a uno de sus salones, donde varios periódicos desgastados conviven con paños de ganchillo, una antiquísima radio o una máquina de coser Singer.

Una antigua casa de labranza de 300 años ofrece hoy una acogedora estancia.
Una antigua casa de labranza de 300 años ofrece hoy una acogedora estancia.

Son más de 300 años de historia lo que respiran estos gruesos muros. Traspasar su puerta es como un pequeño viaje en el tiempo a esa casa de pueblo de la abuela que con tanto cariño se recuerda. Y así es literalmente, porque esta casa pertenecía a la abuela de Nuria Castro, actual propietaria, que junto a su marido José Manuel y su madre Inmaculada, llevan dando cobijo al visitante desde hace 13 años.

Nuria en una de las habitaciones de la casa rural.
Nuria en una de las habitaciones de la casa rural.

"Aquí es donde mi abuela cuidaba a los animales y donde pasaba la mayor parte del tiempo", recuerda con cariño esta gallega que, tras un incendio que afectó gravemente la estructura, decidió invertir sus ahorros y darle una nueva vida. "Solo quedaron las paredes. Nosotros limpiamos todo y levantamos la casa dos metros más", cuenta su marido. Enmarcada en plena naturaleza, cada rincón de esta casa transmite tranquilidad y sosiego: desde la lareira, con su estufa encendida y su mecedora recuperada de un mercadillo de segunda mano; al pequeño salón privado que ocupa la vieja bodega de la casa y donde es posible comer desde un buen plato de ternera gallega a una cazuela de pulpo con langostinos. Todo cocinado por Nuria e Inma.

Una de las habitaciones de la casa.
La casa ofrece seis habitaciones, todas diferentes y de lo más acogedoras.

Las seis habitaciones de la casa son de lo más acogedoras. No hay una igual a otra: en unas destacan los cabeceros de hierro –los mismos que tenía Nuria en casa de su abuela–, mientras en otras los armarios y espejos restaurados son los protagonistas. Cada lámpara, cada colcha de ganchillo o cada tocador tiene su historia. Bautizadas cada una con el nombre de una aldea de Ordes, "la más fresca para el verano es la de Poulo, por su orientación" y "la más cálida es la de Pardiñas, porque tras su pared pasa la chimenea", cuenta Nuria. Todas son dobles, excepto la de la planta baja que es triple y está preparada para personas con movilidad reducida.

Desde el hórreo a la lareira, cada rincón tiene su encanto.
Desde el hórreo a la lareira, cada rincón tiene su encanto.

Nuria y José Manuel están contentos. Se preparan de cara al verano con una terraza cubierta que están levantando en el jardín, mientras los primeros peregrinos comienzan a hacer reservas tras el fin del estado de alarma. Porque 'Casa Veirás' no solo es un imprescindible para dormir. Su cercanía con el albergue público de la antigua rectoral de Poulo, hace que sea una parada recurrente entre los peregrinos para llenarse el estómago, cargar energías y retomar el Camino rumbo Santiago de Compostela. Otro plus: a pocos minutos, se encuentra el bosque de Poulo, un entorno de cuento de hadas.

- Outeiro de Abaixo 2, Poulo, Ordes. Tel. 981 68 23 03.