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“¿Sirfantas significa Cervantes en árabe?”, preguntamos a María Serrano cuando nos abre la puerta y decimos: “¡Guau! Esto es mucho más bonito en vivo y en directo…”. Justo después, y aún observando nuestra cara de asombro, con dulzura, la joven propietaria nos explica que en esta casa del siglo XVI con alma, vigas antiguas de madera y suelo enchinado de patio cordobés, se cree que el genio de las letras pasó parte de su infancia. Hoy es una casa cordobesa moderna, elegante, con mucho chârme.
Y es que, aunque Cervantes no era cordobés, la cercana y literaria Plaza del Potro (de 1577), a tiro de piedra de este encantador alojamiento en calle Gragea, aparece en algunas de sus novelas y en concreto, en el capítulo 3 de El Quijote. La explicación es que la ciudad de la Mezquita era el lugar de origen de su familia paterna y él venía aquí desde niño con cierta frecuencia, hecho que se explica en dicha Plaza del Potro, en el azulejo colocado en la fachada de los museos de Julio Romero de Torres y Bellas Artes.
Así pues 'Casa Sirfantas' y su siete apartamentos, prácticamente a la vuelta de la esquina de esta plaza donde se vendían potros y yeguas, también remiten a su figura, aunque las siete coquetas estancias reciben los nombres de las mujeres de la familia de María, la propietaria, y están dispuestos de manera que rodean el patio en tres plantas. Un patio con fuente y pozo, geranios, azaleas y un ficus en el casco antiguo de Córdoba. La Mezquita está a solo 500 metros, y el animado epicentro ‘gastro’ de la Ribera del río Guadalquivir y su puente romano, casi al salir por la puerta. Ubicación también de diez.
“Justo arrancamos en enero de 2020”, sigue contando María mientras no dejamos de mirar cada bonito detalle. “Así que cuando nos pilló la crisis sanitaria nada más abrir, fue de lleno, aunque ahora pienso que me vino muy bien, porque como yo venía de vivir en Madrid y de la abogacía, pude ir adaptándome al negocio y me dediqué a pulir todos los detalles con mucho cariño”.
A la vista está: aquí se cuida desde cada flor y cada azulejo a las listas de Spotify con la que cuenta cada apartamento. “La lista de la habitación Lola, como es de las más grandes y está dedicada a mi abuela, la música es rollo KissFM. La de mi madre, Reyes, es de estilo Ana Belén, y la de mi hermana Clara, que está arriba, es una lista de reggeton bailonga…”.
Para acceder a este “mundo secreto” de 'Casa Sirfantas' solo hay que capturar con el móvil el código QR que hay repartido por todos los apartamentos. Al hacerlo descubrimos otra joyita, una guía de la ciudad ilustrada por una amiga, Marta Benito, quien también abandonó la arquitectura para dedicarse a diseñar postales e invitaciones de boda de esas que dejas a la vista por casa.
Hasta aquí llegan todo tipo de viajeros, la mayoría extranjeros que vienen a descubrir Córdoba, pero también perfiles de todo tipo, desde jóvenes en busca de sus acogedores áticos –hay apartamentos de 1, 2 y 4 personas– hasta familias enteras y parejas. De hecho, María nos cuenta que ha tenido varias pedidas de mano en el hotel.
A todos se les recibe “con una copa de vino joven de Montilla-Moriles”, y junto a la recepción, sobre la que luce un cartel que pone “Bodega”, encuentran un pequeño córner para comprar vinos y aceites de oliva virgen extra de la zona. “Cuando me piden el desayuno, junto al zumo de naranja recién exprimido, sirvo el aceite de la casa, D.O de Baena. Es de una almazara de un amigo de mi padre que me embotella para Casa Sirfantas”.
Acaba de entrar el otoño, pero aquí en el sur aún quedan muchas horas de esta luz mágica. Córdoba, incluso en invierno invita a disfrutar de las terrazas y sus mágicos atardeceres en mangas de camisa. Para eso, las habitaciones superiores de este alojamiento son también de las más demandadas, pues miran a los tejados y es otra forma de entender la ciudad.
Los azules de las puertas de madera de 'Casa Sirfantas' recuerdan a Marruecos, a las Islas Griegas, a Formentera y sí, también son muy de Andalucía porque en definitiva proyectan Mediterráneo. Pero ¡estamos en Córdoba! Y nos los recuerdan las campanas que tañen suavemente y melódicamente, una tras otra, en todos los campanarios de las iglesias fernandinas que nos rodean, iglesias que fueron mezquitas. Desde la terraza superior el centro de Córdoba recuerda a una intrincada medina.
Pero al bajar hacia la planta baja la nota cordobesa la pone el azulejo del Arcángel de San Rafael, sobre el pozo del patio. El ángel que protege la ciudad, el arcángel de la salud y la sanación y, cómo no, un capitel califal del siglo XV que encontramos en la escalera de piedra que desciende hasta el patio. ¿Habrá algún rincón sin alma en esta casa fabulosa?
Porque aunque María mantuvo la estructura de la casa antigua, cada uno de los apartamentos suma otros tantos detalles contemporáneos que miman a sus huéspedes -cafetera, tetera, batidora para hacerte un salmorejo o un gazpacho..-. Incluso en el baño, las amenities de la firma Rituals ponen la nota aromática o las chocolatinas sobre la mesita de noche el puntito dulce.
“Yo tenía la idea de un hostel cuando compré esta casa que ya era un alojamiento cuando la adquirí, pero al verla, cambié el concepto”, confiesa María. De hecho, tal fue el flechazo que tuvo con la propiedad que ella misma reside aquí, en uno de los áticos. “Esta es una ubicación privilegiada, donde nada más salir por la puerta estás rodeado de toda la parte cultural de Córdoba y también de la parte más gastronómica, con restaurantes con encanto y muy auténticos a dos pasos, y lo mejor es que a todo vas dando un paseo”.
Así que como ella misma sugiere a sus huéspedes, olvídate del coche. Córdoba es una ciudad de plazas, fuentes callejeras y naranjos, agradable para pasear. Y hacerlo a pie por sus calles es una experiencia multisensorial que merece la pena vivir cada vez que necesites un respiro en una ciudad con encanto. Busca la fecha en tu agenda. ¿Te vienes?
'CASA SIRFANTAS'. Calleja de Gragea, 2, Centro, 14002 Córdoba Teléfono: 654 10 40 67.