Establecimientos gastrónomicos más buscados
Lugares de interés más visitados
Lo sentimos, no hay resultados para tu búsqueda. ¡Prueba otra vez!
Añadir evento al calendario
La expectación mientras se hunde el sacacorchos y la inquietud ante la promesa de probar un vino especial, forman parte del ritual de abrir por primera vez una botella todavía desconocida. Más aún cuando hay amigos o familia deseando brindar. Si además la conciencia sostenible desborda la copa, doble celebración
Es ya una tendencia mundial priorizar el trabajo en el viñedo, siguiendo prácticas orgánicas y biodinámicas, para obtener vinos temperamentales que buscan diferenciarse de cualquier otro, ser reconocibles por la parcela en la que han nacido y tener una marcada expresión. Lo que en Francia se denomina cru o terroir, y que hace referencia a la singularidad del suelo, del terruño y al buen hacer del viñador.
Algo que comparten los seis vinos que hemos seleccionado para ti con ayuda del Xavier Saludes, al frente de 'Tierra', una de una de las primeras vinotecas especializadas en vino de pequeñas bodegas enfocadas en la viticultura consciente.
Este vino de parcela nace de una viticultura tradicional, orgánica y sostenible que distingue a la 'Bodega Casa Aurora' en La Villa de Albares. Aquí se cultiva a una altitud de unos 820 metros sobre el nivel del mar, entre la media y la alta montaña, donde los viñedos luchan por su supervivencia rodeados de castaños y robles. No se usan pesticidas ni fertilizantes sino remedios de toda la vida, como infusiones de Cola de Caballo, suero de leche o el azufre para proteger la vid.
El viticultor German R. Blanco, es conocido por recuperar la forma tradicional de hacer vino y embotellar el paisaje. Por eso las uvas se pisan con los pies y se fermenta en ánforas y barricas abiertas, con 12 meses de crianza en barrica de roble francés usada.
Lo que debes saber: Garnacha Tintorera (60 %), Garnacha (10 %), Mencía (10 %) Palomino (17 %), Godello. Viñas de 40 a 100 años del Roso en Valle del Río. Vino por cupos Tinto.
Blanco seco de nuevo cuño y corte tradicional, con ese carácter de los vinos gaditanos que están enloqueciendo a un público cada vez más amplio, interesado en descubrir matices distintos que sean un reflejo de la zona y en los que las raíces emerjan en cada trago.
Socaire es perfecto hijo del pago Matalián en Chiclana de la Frontera, a solo 7 km del mar, de una tierra con capacidad de retener el agua del invierno para nutrir la cepa en verano. Delicado, salino y fácil de beber. Un acercamiento amable a los vinos de Jerez, fermentado en barricas de roble americano, envejecido en bota sin apenas velo de flor, con tres años de crianza oxidativa.
Lo que debes saber: Palomino Fino Blanc. Primitivo Collantes, propietario de la bodega, lleva en la sangre el oficio heredado de sus antepasados, Primitivo y Tomás Collantes, que la fundaron a finales del XIX, procedentes de Cantabria.
Vino ecológico y biodinámico de Bruno Marciano. Este joven sumiller, tras triunfar en laureados restaurantes franceses e ingleses, entre ellos el 'Ritz' de Londres, destinó el dinero ahorrado para comprarse una vivienda en la capital británica en una finca en su pueblo de ocho hectáreas con viñedos de Bobal.
En Caudete de las Fuentes –comarca valenciana de Requena Utiel– embotella este vino con cinco variedades autóctonas, entre las que prima la Marisancho, muy resistente a la sequía. La vendimia es manual y la fermentación de la mitad de las uvas se realiza en depósitos de acero inoxidable y la otra madura sobre lías en barricas francesas. Es un vino de penetrante frescura ideal para compartir en celebraciones que evidencia esa sequedad del terreno arenoso y aromático del que florece.
Lo que debes saber: Marisancho, 10 % Merseguera, 10 % Moscatel, 10 % Macabeo, 10 % Malvasía. Suelo Albariza 100 %. Blanco de producción limitada.
Que Manuel e Isaac Catalapiedra –padre e hijo– se dedicarán a trajinar con las viñas, ha sido como una fermentación espontánea de la tradición familiar de las generaciones que les precedieron. Y así, en La Seca, corazón de la D.O de Rueda, se dedican a ir contracorriente. Siguiendo la estela del abuelo Heliodoro, que con 15 años plantó majuelo, ahondando en el oficio de sus antepasados que desde el XIX trabajaban sus propios viñedos.
Isaac crea su propia bodega en 2014 para centrarse en el cultivo ecológico de la tierra y en la vid, buscando suelos de manto de canto rodado que logran verdejos expresivos y vigorosos, como del que procede Los Picones, de viñas de 37 años de edad con crianza de 9 meses y medio sobre lías con batonage.
Lo que debes saber: 100 % Verdejo
En el cañón del río Sil, esta pequeña bodega ubicada en la parroquia de Barantes, ha conseguido encandilar a clientes de los bares más molones de Estados Unidos, tanto que el año pasado hasta se hablaba de ellos en Wall Street Journal. ‘Sílice’ lleva impresa esa idiosincrasia de lo nuevos vinos gallegos, que han sabido transmitir los hermanos Carlos y Juan Manuel Rodríguez, junto con el reputado enólogo Fredi Torres.
En la Ribeira Sacra, de un poderoso atractivo, se practica la viticultura heróica, denominada así porque se trata de viñedos verticales plantados en las laderas del Sil y por los que hay que desplazarse con sumo cuidado para no despeñarse. Después de pisar el terroir, se entiende mejor este vino de fermentación maloláctica en foudre de madera usada y tina de hormigón. Con crianza de nueve meses sobre lías en foudre, tina inox y hormigón.
Lo que debes saber: 80 % mencía, 18 % albarello, garnacha, tintorera, merenzao y 2 % uva blanca.
Este otoño de 2019 ha visto la luz un nuevo sello de La Rioja: Viñedo Singular. Una calificación para vinos excelentes en los que las condiciones son tan exigentes que solo unos pocos las cumplen. Edad mínima del viñedo 35 años de parcelas singulares, vendimia manual, cultivo sostenible, rendimiento inferior al 65 % y doble evaluación de cata, entre otras.
Y este vino de La Rioja Alta, de un viñedo centenario de Baños de Río Tobía es uno de los primeros ocho elegidos. Un hito que se nota nada más desplegarse en boca. En esta tierra fría a la que el cambio climático no está perjudicando, Juan Carlos Sancha produce dos de esas joyas que han logrado inaugurar la clasificación. Este tinto 100 % garnacha, una uva que imperaba en esta tierra pero a partir de los años setenta se fue sustituyendo por tempranillo hasta quedarse en un simbólico 7 %, es único.
Solo 600 botellas de estas viñas plantadas por su bisabuelo y su abuelo en una ladera con desniveles del 40 % de orientación sur. Se practica una viticultura ecológica y se fermenta en barrica de roble francés Tronçais de 500 litros con una crianza de 18 meses.
Lo que debes saber: 100 % garnacha.
Índice