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La primera de las paradas que hacemos es en el 'Es Baluard Restaurant & Lounge', de los hermanos Robledo. Sus vistas panorámicas a la bahía de Palma son todo un lujo. Tomarse un cóctel en lo que fue la muralla de defensa y de entrada a la ciudad es uno de los imprescindibles de este verano.
Este restaurante-bar pertenece al Museo de Arte Contemporáneo Es Baluard y cuenta con opciones gastronómicas suficientes para que el comensal decida acomodarse en una de sus mesas. Desde hace muy poco se oferta un menú de mediodía (entrante y principal a elegir, más postre, bebida y café), que atrae a muchos locales y turistas a este lugar a la hora del almuerzo.
Llama la atención su gran terraza en la murada desde la que se domina toda la bahía de Palma, el Castillo de Bellver y la Catedral. Hay una parte de este mirador que se encuentra ambientada con música chill out y que se erige en un espacio consagrado al relax y a los sentidos, como bien saben las palmesanas Lara, Celsa y Raquel, unas habituales. Es media tarde, y Arnau, Nicolás y Carlos disfrutan de un daiquiri y un mojito, mientras sobre el monte donde descansa el castillo de Bellver se pone el sol.
Si además de sitios para tomar algo en Palma de Mallorca, quieres disfrutar del ambiente y música sofisticada, sin duda el sitio es el restaurante 'Blue Jazz Club', cuna de músicos como Salvador Sobral (ganador de Eurovision 2017), un lugar único donde degustar el verdadero sabor del Mediterráneo durante una actuación de jazz en directo.
Ubicado en el 'Hotel Saratoga', en pleno Paseo Mallorca, destaca por su selección de vinos y una cocina de alta calidad; todo regado con unas vistas espectaculares del centro y del puerto. Un club con un ambiente colorido, pero a su vez elegante, que se ha convertido en una de las tendencias de la capital.
Al anochecer se puede sacar el máximo partido a una mesa en la azotea del hotel, donde una terraza de suelo de madera con una pequeña piscina refleja las luces de la ciudad. Bajando las escaleras, la música de los artistas ensayando para su posterior actuación deleita los oídos a la vez que vez el gran rosetón que adorna la catedral se ilumina con los últimos rayos del día.
En este entorno romántico, el chef Maurizio Di Munno ofrece platos como los Tentáculos de pulpo a la brasa con salsa emulsionada con aceitunas negras; tomates cherry confitados al aceite de cilantro y reducción de remolacha; risotto carnaroli con langostino del Pacífico a la espalda soasados con mantequilla, vino blanco Pinot Grigio, tomillo limonero y plancton marino; o magret de pato con frutos y frutas secas, manzana golden con aceite de naranja, canela, cebollitas a la vainilla y crema suave de zanahoria con coco.
En el barrio más antiguo de esta ciudad, rodeado de iglesias y callejuelas estrechas, se encuentra el 'Singular Rooftop Terrace', la terraza del hotel 'Sant Francesc'.
Sobre este edificio protegido, joya arquitectónica de estilo neoclásico del siglo XIX, se alza una terraza panorámica de 200 metros cuadrados con espléndidas y únicas vistas a la iglesia de Sant Francesc, una piscina, un solárium y un bar para disfrutar de la situación privilegiada que permite ver el encanto del casco antiguo de la ciudad con absoluta tranquilidad e intimidad.
Durante los meses de verano, al atardecer, este espacio se convierte en un lugar mágico donde tomar un cóctel, una copa de champagne o probar la creativa propuesta gastronómica de 'Coca Toneta', al ritmo suave de la música y la puesta del sol.
Maria Solivellas ('Ca na Toneta', 1 Sol Guía Repsol) lleva las cocas a lo más alto. La chef favorita de Michelle Obama en sus vacaciones en Mallorca trae sus revisadas cocas a la terraza de la piscina del 'Sant Francesc', en colaboración con Alvar Albaladejo, el chef ejecutivo de 'Quadrat' –el restaurante del hotel–, en una carta más informal y fresca.
La chef mallorquina diseña en exclusiva la oferta de comida y bebida para el rooftop del hotel, trasladando la identidad, el imaginario y el universo de su restaurante matriz en Caimari hasta Palma.
La playa de Palma se está convirtiendo, poco a poco, en un lugar donde la gastronomía y coctelería más refinada se hace un hueco entre chiringuitos y cervecerías alemanas. En el Arenal (barrio playero de Palma) están surgiendo numerosos hoteles chics y restaurantes gourmets entre las tiendas de recuerdos, las discotecas y los bares temáticos, muy populares entre los turistas extranjeros.
La cadena hotelera mallorquina HM Hotels ofrece a clientes y visitantes un atractivo sunset en el 'Sky Bar' de su hotel 'HM Gran Fiesta'. Un verdadero remanso de paz y glamour donde la gastronomía, la música en directo y los atardeceres son protagonistas.
Para rematar la puesta de sol, lo mejor es acompañarla con uno de los cócteles elaborados por el barman José María Palacios, entre los que destaca el pisco sour, que, según confesión del coctelero, está elaborado con "hierbas, zumo de limón y mucho cariño". También se puede probar por las tardes una selección de makis y nigiris, ceviche de pulpo con un toque picante, roll relleno de salmón, aguacate y langostino o mini burritos de chile con carne y salsa de queso cheddar.
Desde esta terraza, en un undécimo piso, se contempla por el lado norte la Sierra de Tramuntana, mientras que en su costado sur se divisa el azul del Mediterráneo. La azotea, donde antaño solo se alojaban aparatos de aire acondicionado, ha sido remodelada por la diseñadora Antònia Maria Horrach, y es, sin duda, uno de los lugares donde disfrutar de los atardeceres más altos y quizá más bellos de todo Palma.