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Espaldita de cordero restaurante casa nova

Restaurante 'Casanova' en Vilafranca del Penedés (Barcelona)

Yo me lo guiso, tú te lo comes

Actualizado: 24/03/2021

Fotografía: Manu Mitru

'Casanova' (Un Sol Guía Repsol 2024) cuenta con su propio huerto de hortalizas y de especias, un corral de gallinas, otro de ovejas, tres ahumaderos, una bodega donde envejecen su espumoso y un tostadero de café. Todo un complejo gastronómico ubicado en Vilafranca del Penedés con el periodista y cocinero autodidacta Andrés Torres a los fogones.
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Después de viajar por todo el mundo –lo sigue haciendo– el periodista Andrés Torres decide convertirse en cocinero. Lo hará de forma autodidacta: quizá los años cubriendo conflictos en Centroamérica le han enseñado autosuficiencia.

Junto a su pareja, Sandra, elige que el lugar será una antigua granja de pollos, un edificio abandonado entre viñedos del Penedés, una ruina que se convierte en un lienzo sobre el que dibujará un huerto, un gallinero, un tostadero de café, un bosque interior donde comer los postres, un taller de alfarería para la vajilla, una bodega de rones y espumosos…

Andrés Torres restaurante casa nova
Tras años dedicados al periodismo, Andrés Torres se embarcó en la cocina autodidacta.

Pero dibujando no se construye. Y se ponen manos a la obra. Con sus manos convierten la pollería abandonada en algo a camino entre una hacienda agrícola y un restaurante gastronómico de cocina creativa. Son unos 6.000 metros cuadrados que la pareja llena de vida y buen gusto.

Espárragos con yema restaurante Casanova
Los animales de 'Casanova' garantizan la frescura de los productos.

La edificación está dividida por un patio central que las noches de verano tiene que ser un paraíso. A un lado se encuentra la vivienda y el lugar donde empezó el restaurante: una bodega subterránea donde se guardan algunos buenos rones. En ese ala se encuentra también el taller donde Sandra da forma a parte de la vajilla del restaurante, que se encuentra enfrente.

El taller donde Sandra da forma a parte de la vajilla del restaurante.
El taller donde Sandra da forma a parte de la vajilla del restaurante.

Los comensales ven el origen de los productos

La sala, con seis únicas mesas, es amplia y cálida. Reciben y tratan con el comensal los mismos cocineros, ayudados por un sumiller que tiene preparada una carta de vinos precisa, bien ordenada, razonable y nutrida de referencias interesantes de productores cercanos. Ahí se desarrollará el espectáculo, pero solo después de haber recorrido las instalaciones exteriores, donde veremos parte de los alimentos que consumiremos –hortalizas, setas shiitake, huevos, hierbas aromáticas…–.

Gallinero restaurante casa nova
El complejo gastronómico acoge espacios como un gallinero, un huerto, un tostadero de café y un taller de alfarería.

El menú degustación viajará entre el kilómetro cero y la cocina creativa. Para empezar, sobre una robata pertrechada con una plancha de pizarra, Andrés ahúma hojas de romero y captura sus efluvios en una copa donde se servirá un sabroso y reconfortante consomé de verduras de bienvenida.

Ahumador restaurante casa nova
Para la construcción de los ahumadores han utilizado barriles de vino de la zona.

Siguen unos snacks: una patata estilo Arola que contiene una suave crema láctea, un pequeño bocado semidulce de melocotón y maíz líquido al estilo de 'Disfrutar' (3 Soles Guía Repsol) y también homenajeando al templo de los tres exbullinianos, las famosas aceitunas de manteca rellenas de salmuera.

Salmón ahumado restaurante casa nova
Disponer de un ahumador en el restaurante permite ofrecer este salmón noruego rebozado con alga nori.

Los dos próximos platos recuperan la línea reconfortante del primer consomé: en primer lugar una esfera de cuajada de leche oveja –de las ovejas que hemos visto afuera– bañada en un intenso caldo claro de jamón y, después, una cremosa y dorada yema –de las gallinas también de afuera– rellena de caldo de pollo y aroma de tomillo.

Burrata con pesto y tomates cherry restaurante casa nova
La burrata con pesto y tomates cherry se culmina con un toque de coctelera.

Una experiencia completa para los clientes

Una burrata aliñada con un pesto con tomates cherry terminado en coctelera viene a refrescar el confort de los caldos y da paso a una escalada de sabor. La encabeza una extraordinaria crema de calabaza y citronela, continúa con un steak tartar con crema de remolacha, sigue ascendiendo con un salmón ahumado en la casa y rebozado de alga nori y llega al culmen con una espaldita de cordero del Cinca cocinada a baja temperatura y rematada con una sabrosa cobertura crujiente.

Sala restaurante Casanova
'Casanova' da servicio a seis mesas, fomentando la comodidad de los comensales que incluso se solapan entre pases.

Llega el momento dulce. Andrés me invitará a entrar en la cocina para llevarme hasta una sala a la que llama El Bosque. Se trata de un espacio decorado con árboles secos en los que comeré dos buenos postres: una interpretación en texturas y temperaturas del músicpostre tradicional catalán a base de frutos secos y vino dulce– y un bizcocho de chocolate llamado Spicy Maya, elaborado con un cacao prodigioso por su calidad.

Crema de calabaza restaurante casa nova
La crema de calabaza y citronela se sirve con semillas de sésamo, pipas y crujiente de boniato.

La experiencia no terminará con estos dos bocados sino que antes seré llevado al lado de una chimenea encendida en la que me servirán café. Puedo elegir entre varias elaboraciones y dos granos: un grano centroamericano y otro keniata. Opto por el primero y resulta ligeramente ácido, pleno, con muchos matices. No en vano se hacen traer el café en verde y lo tuestan ahí mismo, al punto que consideran adecuado para completar la experiencia de los comensales.

Bodega restaurante Casanova
En la bodega de 'Casanova' se reconocen diferentes vinos de la zona del Penedés.

Alojamiento y desayuno disponible

Ojalá tuviera más tiempo para disfrutar de alguno de los rones expuestos en esa misma sala. O para tomar otro café en el patio. O para esperar el atardecer y que se encienda alguna de las fogatas que iluminan las noches en las que hay actuaciones de música en directo.

Restaurante Casa Nova Vilafranca del Penedés.
El restaurante 'Casa Nova' en Vilafranca del Penedés ofrece una experiencia integral para el comensal

Más que un muy correcto restaurante –el precio medio sin bebida es de unos 70 euros–, donde todo fluye con suavidad y pensando en la satisfacción tranquila del cliente, sin intentos de epatar o proyectar la gloria del chef, comer en 'Casa Nova' es una experiencia integral. Según confiesa Andrés, puede durar varias horas, "hay clientes que se han solapado con el siguiente servicio".

Músic postre restaurante casa nova
El 'músic', postre tradicional catalán, experimenta una reinterpretación de texturas y temperaturas.

Incluso algunos se sienten tan a gusto que optan por quedarse a dormir en alguna de las tres habitaciones que Sandra y Andrés gestionan –cena, desayuno y alojamiento por una noche cuesta 300 euros por pareja–. La verdad es que muchos querrían que esta 'Casa Nova' fuera suya. Me cuento entre los envidiosos.

Una pareja tomando un vino en la terra del restaurante Casanova.
El restaurante ocupa una antigua granja de pollos, un edificio abandonado entre viñedos del Penedés.

'CASA NOVA' - Barri Rovellats - La Bleda, 188. Sant Martí Sarroca, Barcelona. Tel. 937 43 11 70.