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Dos nuevos Soletes brillan en el distrito de Las Fuentes. Donde Zaragoza casi pierde su nombre se encuentra ‘Cabuchico’, un bar muy recomendable con una tortilla de patata que ha ganado varios campeonatos provinciales. Al otro lado del parque Torre Ramona, ‘Hermanos Teresa’ pone su toque creativo. Haciendo gala de alta cocina en formato de media razón y cazuelitas, preparan por ejemplo alcachofa o trufa negra de Sarrión. En el mismo distrito pero en el barrio de La Paz, ‘El Fútbol’ cumple 70 años sirviendo hasta más de 400 referencias de vinos de Aragón de calidad y, para acompañar, 50 tipos de croquetas diferentes.
En ‘Mazmorra by Macera’ en el barrio del Picarral, dentro del distrito Margen Izquierda, son especialistas en carnes cocinadas al vacío, una técnica que también utilizan en los postres. Además de sus trampantojos, merece la pena ir a probar sus licores y vermús macerados por ellos mismos. En el Arrabal, ‘Nela’ ofrece una propuesta culinaria de calidad basada en buenos productos en un entorno de empresas e industrias. Allí, se puede comer un buen menú de presentación cuidada en mitad de una jornada de trabajo.
Romareda-Universidad cuenta con dos Soletes muy cercanos entre sí. ‘Descorche’ es un templo del producto de temporada y de las elaboraciones artesanas donde destaca, por ejemplo, el foie gras a la sal relleno de ciruelas, higos o fruta escarchada. Y si lo que apetece es brindar, ‘Amontillado’. Un winebar y tienda que ofrece 50 referencias de vinos por copas y la posibilidad de catar algunos a ciegas. Y para picar, imprescindibles el latón de la Fueva y los patés del Pirineo.
Para establecimiento todoterreno en Zaragoza, la ‘Taberna Gasca’. Su carta amplia va de la sencillez a propuestas de sobremesa reposada y en ella destacan el bacalao -tanto rebozado como a la vizcaína- los callos o los espárragos con foie de oca. En el barrio de La Bozada, dentro del mismo distrito, se encuentra el ‘Mesón Martín’, una taberna donde tomar anchoas de Orio, caracoles y su famosa croqueta sin levantarse de la barra.
No solo de hamburguesas de tipo smash viven ‘Madison’, pero conviene probarlas. Además, hacen gala de una curiosa fusión de cocina española y brasileña y se recomienda pedir sus destacadas papas (sexys, locas y carnívoras). En ‘Cervino’, sin embargo, apuestan por los bocadillos de dimensiones generosas y el contraste de sabores. Buena prueba de ello es el montado de ternasco con crema de plátano, cebolla, jamón y chocolate. Algo más al norte, en el Actur encontramos ‘La Ruta de la Seda’, un local que cuenta con platos indios, árabes, turcos o chinos. Los clientes habituales se suelen decantar por el baba ganush, el brirani y las Papas Malas.
Al sur de la periferia zaragozana se encuentra Valdespartera, y quien quiera merendar o desayunar allí, tiene que apuntar un nombre: ‘Nati Natillas’. Este curioso lugar ofrece un brunch estacional, y desayunos con productos basados en sabores y tendencias europeas. En la Cartuja Baja, y ubicado en pleno corazón de un antiguo monasterio cartujo desde hace más de 30 años, se encuentra ‘El patio del Tacón’.
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