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Aranjuez

Idílicos jardines para la corte del rey

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Real Sitio y Villa de Aranjuez es el nombre exacto de este municipio, una ciudad monumental a orillas de los ríos Tajo y Jarama declarada por la Unesco Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad. El rey Felipe II fue una figura fundamental para el desarrollo de Aranjuez, al otorgar a la villa la consideración de Real Sitio en 1560. En consecuencia, decide la construcción de un palacio para su reposo y sosiego, cuya tarea recae en el arquitecto Juan Bautista de Toledo, cuyo nombre está íntimamente ligado también al Monasterio de El Escorial. Varias estancias destacan en el palacio: la sala de porcelana, el gabinete de la reina, la capilla real y sus maravillosos jardines, rebosantes de cuidada naturaleza, fuentes y esculturas, que nos transportan a tiempos remotos de belleza, quietud y sosiego. Los sucesivos reyes continuaron la obra de Felipe II y fueron modelando la localidad de Aranjuez conforme a sus respectivos gustos, tal y como se puede comprobar paseando despreocupadamente por los jardines ya mencionados. Carlos IV, Carlos V, Felipe IV e Isabel II dejaron la impronta de sus respectivos gustos en los jardines del Príncipe, de la Isla, de Parterre y de Isabel II. El casco antiguo de la ciudad de Aranjuez, conjunto histórico-artístico, también nos remite a la corte del rey. Entre sus edificios, conviene visitar la plaza de toros del siglo XVIII, convertida hoy en Museo Taurino, y palacios como los de Osuna, Medinaceli y Godoy. Entre los modelos de arquitectura religiosa, conviene fijar nuestra atención en el convento de San Pascual.

 

 

 

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